El barrio, el edificio, la ubicación es perfecta para ti, pero tu piso por dentro ha dejado de gustarte. O sencillamente lo acabas de comprar de segunda mano y no quieres entrar a vivir a un piso que no está a tu gusto.

Una reforma integral de un piso consiste en la transformación total de una vivienda previa, tanto a nivel de diseño de su distribución como de renovación de sus materiales e instalaciones.

El proceso permite una personalización que se ajuste a los deseos y necesidades del usuario. En muchas ocasiones el motivo no es sólo que el inmueble ya estuviese viejo o estropeado, sino que estaba poco optimizado, que el espacio disponible no lograba dar el servicio deseado.

Con una reforma parcial el usuario logra mejoras puntuales: una mayor capacidad de almacenamiento creando un par de armarios empotrados, un dormitorio más grande, un comedor abierto a la cocina, un baño principal amplio, un aseo de invitados más pequeño, una cocina con lavadero independiente, dar el pasillo al salón, etc.

En una reforma integral estrenas una nueva vivienda totalmente distinta a la anterior. La optimización del espacio es algo fundamental en la arquitectura y mucho más en una reforma integral. La vivienda seguirá teniendo los mismos metros cuadrados pero mejor adaptados a las necesidades actuales.

En el caso que exponemos a continuación la reforma se planteó para una pareja sin hijos que buscaba un piso más abierto, con una zona pública de biblioteca, salón y comedor lo más grande posible, un dormitorio vestidor generoso que integra el lavabo y un baño con ventilación natural conectado al lavadero, una cocina funcional y un sencillo aseo de invitados.

Partiendo de 105 metros construidos se obtiene una vivienda muy amplia para recibir visitas de amigos y familiares a la par que un hogar cómodo de habitar. Las magníficas opciones de ventilación e iluminación natural dotan al espacio interior de una calidad sensacional.

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