Artículo publicado en la revista LECOMENTS en marzo de 2008

Nunca segundas partes fueron buenas,… mentira. El nuevo centro BMW en Munich es un ejemplo de arquitectura corporativa llevada a los niveles más exquisitos. Un ejemplo del diseño automovilístico aplicado al ámbito arquitectónico, que pretende convertirse en un referente para la ciudad.

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Las obras para levantar esta estructura comenzaron el 1 de agosto de 2003, acondicionando un aparcamiento que había sido destinado a los juegos olímpicos del 72.

Cuando el BMW Welt abra las puertas en este impresionante edificio, en él estarán expuestos los últimos modelos y, además, se celebrarán actos culturales y conferencias, y servirá de centro de entrega de vehículos reservando un área a la que sólo podrán acceder los clientes que vayan a recoger un coche nuevo. Sus diseñadores esperan que sea visitado por 850.000 personas cada año y que se entreguen unos 45.000 vehículos a clientes que recibirán un trato inalcanzable para su competencia.

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Se completa así el museo BMW, situado a su lado, que lleva abierto desde 1973, y que está siendo ampliado para reinaugurarse en primavera de 2008. La oferta la completan tres restaurantes, tiendas en las que adquirir productos de BMW y un Júnior Campus destinado a niños. También es posible, desde allí, adherirse a visitas guiadas a la planta de fabricación de BMW en Munich, de la que salen, cada día, 18 BMW Serie 3 y unos 1.250 motores gasolina y diésel de seis y ocho cilindros.

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La instalación de entrega más lujosa y exclusiva de BMW es ya una realidad. Este servicio  en el BMW Welt tiene un coste de 457 euros, pero, a cambio, no se cobra el transporte del coche entregado hasta el concesionario donde ha sido adquirido o, en su defecto, la firma envía la documentación de la recogida con la suficiente antelación para que el cliente programe su visita y una matrícula temporal con la que puede conducir su coche hasta la ciudad donde ha de ser matriculado.

El proceso de entrega sigue un protocolo que está a la altura del edificio: el coche llega algunas horas antes al BMW Welt, es lavado en un túnel especial y revisado en otro “túnel de luz” en el que se comprueba que no tenga ningún desperfecto. El cliente pasa primero por el Product Info Center, un lugar en el que recibe instrucciones sobre su coche antes de ser conducido a una sala interactiva que incluyen un simulador con volante, pedales y el mando del iDrive.

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Después, desde la sala de espera, accede a unas grandes escaleras que terminan en la zona de entrega, en la que hay alrededor de 30 coches, 20 sobre plataformas giratorias y 10 en plataformas panorámicas. En el momento culminante de la entrega, su  coche aparece, da un giro completo sobre una plataforma, se ilumina y es profusamente fotografiado como si de la aparición de una gran estrella se tratara.

Si el cliente ha llevado equipaje y va a conducir el coche, un botones lo carga en el maletero y, finalmente, recibe un llavero con su nombre grabado, con la foto tomada anteriormente y… la llave, el tótem BMW para sus iniciados. El último coche no se entrega después de las 17:30, hay que dejar tiempo para volver a su ciudad.

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Con una superficie útil de unos 73.000 metros cuadrados, este museo de los productos BMW, centro de convenciones y centro de entrega de vehículos se va a convertir en la Catedral de Culto de los más convencidos clientes V.I.P. de la firma.

Diseñado por COOP HIMMELB(L)AU Wolf D. Prix, Helmut Swiczinsky + Partner (Viena, Austria), el BMW Welt, es un vanguardista edificio, fruto de un proyecto futurista. El proyecto de interiorismo fue diseñado y ejecutado por la empresa Team Konzept (Munich, Alemania) y la fabricación de los elementos de mobiliario en DuPont™ Corian®, por Hasenkopf Holz + Kunststoff GmbH & Co.KG (Mehring, Alemania).

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Audi ha reaccionado y ya prepara una importante ofensiva en cuanto a arquitectura corporativa se refiere. Su nuevo prototipo de “Terminal” propone un concepto de concesionario futurista en consonancia con la filosofía de diseño de Audi. Está previsto que se construya en Valencia uno de los primeros terminales.

Con el BMW Welt se pone en práctica de un modo rotundo la nueva filosofía de BMW, no sólo se vende calidad y diseño, también se quiere dar un servicio exclusivo.

Edición impresa del artículo publicado:

BMW Munich Reloaded

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